Llega el buen tiempo y las dietas 'Operación Bikini' se disparan. Las terrazas se inundan de gente y los planes de copas, pinchos y ocio se multiplican. Puedes rechazar algunos, pero al final caerás en la tentación más golosa. Pero ¡no te preocupes! podrás beber ese vino que tanto te gusta sin engordar ni un gramo.
Sí, estás leyendo bien. La conocida nutricionista creadora de la 'F-Factor Diet', Tanya Zuckerbrot, ha desmentido en la revista 'Women's Health' el famoso mito de que el vino es el peor enemigo de los regímenes, y reafirma dos condiciones para que puedas coger el punto y no engordar: la moderación y el vino.
“Tiene menos calorías que una onza de chocolate negro. Para ser exactos, una copa estándar tiene menos de 80 calorías, una cifra que hasta multiplicada por dos pasará inadvertida para tu cuerpo”, asegura Tanya.
Eso sí, el secreto está en la cantidad. Tomar unas copas con los amigos en un bar, mientras cenas en una cita romántica o en la soledad de tu hogar no es un problema, pero si bebes una botella al día, lo más probable es que tu dieta no tenga el efecto deseado.
¿Qué vino es mejor consumir?
La mejor elección es que te decidas por un vino blanco, porque suelen tener alrededor de 10 gramos de contenido alcohólico. En cuanto a los tintos o rosados no hay problema, ya que tienen aproximadamente las mismas calorías que los blancos. Los que sí debes evitar son los vinos dulces porque tienen una cantidad muy alta de azúcar.
Expertos aseguran que el alcohol no engorda
Las declaraciones de la nutricionista coinciden con la de otros expertos que han estudiado este tema. Tony Edwards, periodista y científico británico dice que “no hay evidencia científica que soporte la idea de que el alcohol engorda. Sé que es algo que resulta contrario a nuestra intuición porque nos han dicho que el alcohol tiene muchas calorías, pero es un hecho que el alcohol no engorda”.
Gary Taubes explica en si libro 'Cómo engordarnos y qué hacer al repecto', que aunque el alcohol aumenta la producción de grasa del hígado, no conlleva de forma intrínseca un aumento de peso, ya que “almacenar estas calorías como grasa o quemarlas depende de si comemos o bebemos hidratos de carbono con el alcohol, algo que hacemos de forma habitual”.
Ya sabemos que el vino no engorda, siempre y cuando se consuma sin esas tapas que tanto nos gustan acompañar, es o que conocemos como 'efecto aperitivo'. Por ello, es aconsejabel tomar vino durante o después de las comidas. Así lo demuestra el estudio científico británico Francis Crick publicado en 'Nature Communucations'. A través de pruebas se descubrió que el alcohol enviaba señales en el cerebro de animales que le llevaban a consumir más comida.
Ahora tienes que estar alerta. Ya sabes que tu cerebro va a intentar boicotear tu dieta si bebes una copa y por eso la mejor opción es tomarla una vez hayamos comido, ya que si lo haces con el estómago vacío será más probable que ingieras más del doble de comida de la que necesitas.